Esta pequeña planta, cuyo nombre original es «santipaulia«, es muy delicada y bastante difícil de mantener. Sin embargo, conociendo cuáles son sus necesidades específicas puede crecer saludablemente.
Ante todo requiere un suelo a base de turba, tierra y perlitas o arena, en partes iguales, que debe ser abonado sólo en verano. Necesita calor -nunca debe estar expuesta a temperaturas menores de 16 grados-, aldo de sol directo y bastante humedad, pero sin excesos. Lo más conveniendte es hacer un riego frecuente y corto con agua templada, pero sin que toque las hojas ni el tallo.
La mejor orientación para ubicarla es al Este, por ejemplo, en la repisa de una ventana, pero evitando las corrientes de aire. Si desea reproducirla, hágalo con esquejes de hojas; se corta una por la base y se introduce el péndulo hasta la mitad en una maceta. Mantenga el esqueje bastante húmedo.
Después de la floración puede disminuir el riego por un mes y transplantarla. Este último paso debe hacerse anualmente.