Supere las crisis con sus padres

Aunque esté poniendo todo su esfuerzo en atender a sus padres, puede ser que a veces siente que esta a punto de flaquear, en especial cuando las relaciones familiares no son las mejores.

Hay que estar preparada porque esta tarea de cuidar a los mayores conlleva algunos riesgos. Es posible que, como consecuencia del estrés, aparezcan problemas físicos y emocionales que, además que causarle dolor y sufrimiento, le quitan eficacia.

Cuando se desempeña un trabajo fuera de casa, su jefe y compañeros pueden no mostrarse compresivos. Por otra parte, su usted no tiene la libertad de antes, puede sentir que sus amigos la abandonan y descubrir que sus chicos, como un reclamo de atención, empiezan a tener problemas en la escuela.

Para reducir el riesgo de perder la calma, primero debe conocer sus actitudes y opiniones respecto del control que usted puede ejercer sobre lo que les ocurre a sus padres. Es fundamental que, para poder seguir adelante, usted comprenda cabalmente que la omnipotencia y los sentimientos de culpa no llevan a nada positivo.

Puede escucharlos, comprender su dolor, encontrar un buen médico o buscar ayuda domiciliaria; pero recuerde que muchas enfermedades crónicas son incurables por definición y no dependen de su voluntad. Apóyese en sus familiares y amigos más queridos. Si usted confía en ellos, obtendrá consuelo, consejos y hasta ayuda en los momentos claves.