La salud de toda la familia puede estar en riesgo si no actúa con precaución en la cocina. Especialmente los más chicos son vulnerables a distintos tipos de bacterias que viven en los alimentos de origen animal o vegetal crudos y pueden causar desde diarrea hasta infecciones serias.
Siga paso a paso estas recomendaciones para estar tranquila de que sólo están consumiendo alimentos sanos y sin riesgo de intoxicación.
Mantenga la carne roja, el pescado y el cerdo separado del resto de los alimentos en la bolsa de compras o el carrito del supermercado.
Ponga en la heladera los alimentos perecederos tan rápido como pueda. Coloque la carne en bolsas plásticas o en platos para prevenir que contaminen al resto de los alimentos con sus jugos.
Lave las verduras con agua corriente durante 15 o 30 segundos y límpielas con un cepillito. Incluso si se trata de verduras o frutas preempacadas, lavadas o peladas o si va a pelarlas.
Luego de tocar pescado o carne cruda, huevos frescos o verduras, así como luego de ir al baño, tocar las mascotas o cambiar pañales, lave sus manos con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos.
Nunca deje que su familia beba jugos sin pasteurizar.
Nunca consuma cualquier tipo de carne cruda o mal cocida ni verduras que tengan un aspecto, olor o sabor diferente al habitual porque podrían contener peligrosas bacterias.