Más allá de sus conocidas virtudes como bactericida y depurativo, el ajo en preparaciones caseras puede ayudarnos a combatir algunas dolencias comunes:
Bronquitis y tos: machaque unos cinco dientes de ajo, agréguele cinco cucharaditas de azúcar y agua. Lleve a punto de ebullición y cuele a través de un paño de algodón. Tome a cucharadas, en el día.
Hipertensión: machaque tres dientes de ajo, mezcle con 100 cc de alcohol fino y déjelo macerar durante uan semana dentro de una frasco. Páselo a un recipiente con gotero y tome quince gotas antes der almorzar y otras quince antes de la cena, siempre diluidas en un poquito de agua. Repita cada día durante un mes, descanse treinta días y, al mes siguiente, retome.
Reumatismo: todo lo que debe hacer es pelar tres dientes de ajo medianos, hacerles tres cortes transversales profundos, llevarlos a un frasco con 100 cc de alcohol sino y dejarlos en maceración durante un mes. Una vez listo, diluya unas quince gotas en un chorrito de agua y tómelo en ayunas. Vaya aumentando gradualmente la dosis hasta llegar a las 25 gotas. Cuando haya temrinado el frasco, deje el tratamiento y retome después de una semana.