Además de su buen sabor, el perejil es muy agradable para decorar, ya que forma una mata similar al musgo y produce grupos de diminutas flores verdiamarillentas en su madurez. La variedad más atractiva es la rizada. La germinación de sus semillas es un proceso lento y dificultoso, aunque en tierras cálidas y húmedas no suele haber problemas. En zonas muy seca, remoje las semillas en agua templada un par de horas antes de sembrarlas en surcos bien regados previamente. Asegúrese de que el suelo no se seque nunca antes de la germinación. La siembra de semillas realizada en distintos momentos permite obtener perejil fresco en cualquier época del año.
Aunque es una planta muy resistente al frío, se puede llevar a cabo una primera siembra bajo vidrio al final del invierno o principio de la primavera y al aire libre en primavera y verano. En otoño siembre el perejil bajo campanas de cristal. También se puede cultivar en macetas dentro de un invernadero o en interiores junto a una ventana con mucha luz.