No todas las lanas que compramos son de excelente calidad. Esto se refleja, por ejemplo, en que con los lavados pierden su color. Para evitarlo, siga los pasos que le damos a continuación: antes de tejer la lana, déjela un día entero en leche rebajada con agua. Luego, enjuáguela y séquela. Recién entonces úsela sin temor a que destiña.
Aprenda a recuperar las prendas de lana y mejore el aspecto de la lana usada.