Aplique un producto reductor, convenientemente aprovechando el efecto térmico del baño y su consiguiente vasodilatación para aplicar el producto y masajear la zona. Entonces, seque bien la piel con una toalla, aplique su gel o crema y distribúyalo mediante movimientos circulares y ascendentes hasta que el producto se haya absorbido por completo. La segunda vez a aplicar el producto en el día, provoque el enrojecimiento de la piel dando suaves pellizcos con las yemas de los dedos sobre la zona a tratar y masaje las zonas más comprometidas con el puño cerrado, haciendo presión con el nudillo. Por supuesto siempre los movimientos deben hacerse en forma circular y ascendente; después sí, aplique el producto para la obesidad y cubra el área durante unos minutos con una bolsa plástica. Además, una vez a la semana haga un pulido muy suave sobre la zona pasando una esponja vegetal recubierta en jabón neutro; hágalo después del baño y mediante movimientos circulares y ascendentes.