Lograr que el césped se conserve en buenas condiciones es fundamental si se quiere lucir un espléndido jardín, ya que se trata nada menos que del marco que encierra y da vida a nuestro hogar.
Además de los cuidados básicos, como cortarlo, abonarlo y quitarle periódicamente las malezas, es conveniente que sepa cómo lograr un verde uniforme, sin manchas blanquecinas, más oscuras o amarronadas.
Las manchas marrones que suelen aparecer en el verano como consecuencia del calor o bien por el orín de gatos y perros podrán mejorarse regándose abundantemente la zona. Si la marca llegara a permanecer no quedará otro remedio que reponer este sector con nuevos panes de césped.
Otro tipo de marca bastante frecuente en esta época del año son las blanquecinas que deberán tratarse con fungicidas de buena calidad.
Las amarillentas pueden producirse por los hormigueros o por la falta de calcio. En el primer caso, conviene barrer los montículos de tierra con la escoba antes de cortar el césped o tratar el terreno con un producto antihormigas; en el segundo, aplicar un abono con superfosfato de cal.
Por último, recuerde que la falta de fósforo en el césped suele identificarse por el tono rojizo que toman sus hojas. Para devolverle el color original, trate la zona con un abono fosfatado.