Los confiables libros necesitan algunas atenciones para mantenerse útiles y bonitos a través del tiempo.
La temperatura de la habitación donde los guarda no deberá ser superior a los 25 grados. No ponga los libros encima de la calefacción. La habitación no debe ser demasiada seca para que el papel y la encuadernación no se vuelvan más frágiles y se deteriore la cola adhesiva, aunque tampoco se recomienda mucha humedad para evitar la formación de hongos. No apriete muchos libros en un mismo estante y agrupe los de tamaños similares para que se apoyen unos en otros. Los libros muy grandes se mantienen mejor acostados, pero tampoco haga pilas muy altas.
Para trasladar libros valiosos envuelva cada uno en un papel limpio y ubíquelo acostado sobre una manta en un caja de cartón.
También los arruinan la luz del sol y el polvo. Una vez al año, limpie los estantes de arriba hacia abajo y quite el polvo de los libros con una brocha de afeitar manteniendo las tapas bien apretadas.