Al estar más expuestas, las manos requieren un cuidado especial. En primer lugar, trate de utilizar guantes para hacer cualquier actividad en la que esté en contacto con productos agresivos para la piel.
Si su actividad requiere que se lave las manos varias veces al día, elija un jabón suave, como los de glicerina. Siempre séquese bien las manos para que no queden húmedas. Tenga una crema hidratante en su trabajo y utilícela cada vez que sienta tirante la piel. Una vez por semana, dedíquele unos minutos al cuidado de sus manos humenctándolas con una mascarrilla. Pásela desde las muñeca hasta las cutícula que, bien hidratadas, le darán uñas más largas. Déjela actuar durante 15 minutos y retírela con agua tibia.
El secreto del limón: el viejo truco de frotar medio limón contra las manos para aclararlas da mucho resultado, sobre todo en las fumadoras, a las que se les forman manchas amarronadas por la nicotina.