Las uñas que crecen sanas

A todas nos gusta lucir manos con uñas cuidadas y piel tersa. Para comprender cual es la mejor manera de cuidarlas es necesario saber cómo se desarrolla el proceso de crecimiento de las mismas.

Las uñas se forman a partir de la matriz situada en la base. Allí se encuentran las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos, estos necesitan un flujo de sangre normal para que el crecimiento sea regular, con una superficie lisa y sin marcas.

Cuando la uña aparece, aunque le parezca extraño, ya está muerta, lo mismo sucede con el pelo cuando sale del folículo piloso. En realidad se trata de una lámina de forma córnea, formada por muchas capas de queratina que se mantiene unidas a través de aceites naturales y humedad.

Desde el momento en que la uña nace hasta que llega a la punta del dedo transcurre seis meses, el crecimiento es a un ritmo de 3 a 4 milímetros mensuales, con excepción de los climas cálidos, donde el crecimiento es más rápido. El crecimiento y la resistencia están determinados por la edad, la herencia, el medio ambiente, las condiciones de salud y el régimen alimentario de cada una.