El consumo de vitamina C resulta de gran ayuda para reforzar el sistema inmunológico y se la pueda ingerir artificialmente a través de suplementos recetados sólo por un médico hasta un límite de 300 mg diarios.
Las frutas y verduras son las principales proveedoras de vitamina C del organismo. Entre las primeras se destacan las frutillas, naranjas, mandarinas, pomelo, el limón y el kiwi y, en cuanto a la segundas, las principales fuente de vitamina C, se encuentran en el repollo, la espinaca, el berro, la coliflor, los pimientos verdes, el perejil y el tomate.