Ser sinceras es es una de las virtudes más valiosas que tenemos las personas. No solamente que saber ejercerla hacia los demás, sino también hacia nosotros mismos. Los programas de autoayuda hacen hincapié en la necesidad de no mantener los problemas propios en secreto, no sentir vergüenza y ser capaz de afrontar una situación de una manera sincera y abierta. Esto es el primer paso para mejorar nuestra situación de pareja y las relaciones con nuestras amistades.
El primer paso para revertir una situación que desaprobamos es reconocerla. Esta aceptación, dicen los expertos, es indispensable para poder recuperarse. No se trata sólo de sincerarse ante sí mismo, sino también de dejar de engañar a los demás. Rápidamente comprobará que, una vez que los problemas salieron al exterior, el peso de los mismos disminuye, la necesidad de engañar desaparece y la posibilidad de engañarse a sí mismos se reduce notablemente.
El autoexamen, ya sea que se dé en el contexto de un grupo de apoyo, en el consultorio de un tarapeuta, en un lugar de culto o en la provacidad de su casa, es a menudo la llave secreta que no nos permitirá abrir las puertas a los sentimientos de plenitud y satisfacción personal.