A la hora de salir a buscar trabajo hay que tener en cuenta que la primera impresión es la que vale. Por este motivo es sumamente importante la presentación y el impacto que cause en su futuro empleador. Para la primera entrevista no hay que olvidar que la pulcritud y el espero en el cuidado personal, que denotan un peinado sobrio, una vestimenta impecable y un buen aroma; son la primera carta a su favor.
La apariencia física debe estar acompañada de las habilidades técnicas, por ejemplo, demostrando seguridad y convicción y extrema atención en las preguntas que le formule su interlocutor.
Otro punto fundamental es llegar a horario, ya que de manera contraria no sólo podría tomarse su tardanza como una falta de respeto, sino que, peor aún, parecería que tiene poco interés por conseguir empleo. El resto, correra en la suerte y habilidad que demuestre para «convencer» a su futuro jefe.