Desde los tiempos más remotos el agua fue utilizada como uno de los métodos terapéuticos más efectivos. A través de la hidroterapia se toma este elemento indispensable para la vida como agente terapéutico y protector de la salud. Resulta muy eficaz para la recuperación de problemas del aparato locomotor, para la dermatitis, la artrosis y la recuperación de traumatismos. Las técnicas que se utilizan para llevarlo a cabo son muchísimas: lavados, frotaciones, compresas, baños, vahos, masajes. En todas ellas se busca como común denominador el efecto térmico que producen las aplicaciones de agua fría, templada y caliente en todo el cuerpo o sólo en una zona. Antes de adoptar la hidroterapia, consulte con su médico. En algunos pocos casos pueden llegar a ser perjudiciales para las afecciones de tipo pulmonar o cardíacas.
Gracias por el articulo, yo al fina me compre una bañera con hidromasaje aunque no creia que pudiera hacer nada bueno, al final me comi mis palabras y tuve que aceptar qie me venia muy bien para mis dolores de espalda