Estar atento a la aparición de malezas es fundamental para tener un jardín saludable; esos yuyos, aparentemente inofensivos, crecen muy rápido y compiten con las otras plantas por los nutrientes, el agua y la luz.
Existen diferentes maneras de erradicarlos, pero primero hay que identificarlos. Los más comunes son el lipidio piloso, que por lo general crece en la tierra de los plantines; la esteba anual, que aparece en los terrenos o en las borduras sin mantenimiento; la grama, de raíces rastreras, común en los canteros, borduras y espacios vacíos; la bardana, que se elimina con facilidad con herbicidas y las distintas variedades de ortiga.
Para combatir las malezas, lo más efectivo es un mantenimiento riguroso del jardín que permita descubrirlas a tiempo. Para evitar que crezcan, puede cubrir canteros o borduras con una capa de grava o recortes de pasto; si ya aparecieron, quítelas con una azada, evitando lastimar las raíces de las otrasplantas.
En los lugares angostos será necesario desmalezar a mano. Las malas hierbas más grandes y resistentes, como el diente de león o las bardanas, se pueden eliminar con un cuchillo de cocina.
Finalmente, se puede recurrir al uso de herbamicidas. Al aplicarlos, siga siempre las instrucciones en cuanto a la proporción y frecuencia de uso y nunca emplee un producto para otro fin que no sea el que está especificado en la etiqueta.