Los tres puntos claves de una cocina son la pileta, la heladera y la cocina es sí. De acuerdo con el espacio con el que se cuente pueden distribuirse de diversas maneras. Eso si, siempre debe buscarse el máximo de confort y funcionalidad.
La distribución más tradicional es la lineal; es decir, la que funciona como un pasillo en el que a lo largo de una misma pared se ubican la cocina, la pileta y la heladera, en ese orden. Es la más tradicional porque los edificios y casas clásicos cuentan con un mínimo espacio para esta habitación y, en general, es lineal.
También se utiliza para la cocinas lineales la distribución en galería, con la mesada de trabajo, la heladera y la cocina enfrentadas; sin embargo, no es de las más recomendables, ya que resta agilidad al trabajo.
La disposición el «L» puede ser muy provechosa si se ubica en un sector todo lo que el ama de casa necesita para trabajar y, el resto, se deja como zona de comedor. Lo ideal en estos casos es ubicar la pileta en el centro del ángulo.
Por último, la más novedosa; la distribución en forma de isla. Por supuesto, debe disponerse de un lugar amplio para poder ubicarse en el centro de la habitación el área de trabajo con una amplia mesada y la pileta. La cocina y la heladera se dispondrán sobre las paredes.