Es cierto, conseguir e incluso mantener un buen trabajo no es tarea sencilla. Sin embargo, además de las dificultades del momento, usted podría estar saboteando su propio esfuerzo.
Cualquiera sea su especialidad, tenga en cuenta que su trabajo está muy relacionado con su vida personal. Sus obligaciones cotidianas, que pueden incluir desde la casa y los chicos hasta un pariente enfermo, la despedida de soltera de una amiga o cualquier otra cuestión que requiera su atención, influyen en su estado de ánimo, energía, tiempo disponible y concentración.
Además, aunque confíe en sus compañeros de trabajo, los secretos llegan a oídos de quien no debe escucharlos. Tenga cuidado con los papelitos y los e-mail. Incluso, usted misma podría divulgar por error.
Aunque no le conviene repetirlos, preste atención a los chismes que circulan en su entorno. Especialmente los relacionados con cuestiones laborales internas.
Su jefe necesita saber la verdad en cuestiones importante, pero, sin embargo, no es necesario que le diga todo lo que piensa de él. Simplemente destacando sus habilidades e ignorando sus puntos débiles cuando sea posible, logrará despertar su lado más humano.