Cuando de freír se trata conviene no olvidar algunas reglas básicas para que los alimentos queden dorados y crocantes. El primer paso es introducir los alimentos en aceite bien caliente.
Si se trata de freír pescado, primero hay que rebozarlos con harina, luego pasarlos por huevo batido y, finalmente, si se desea, por pan rallado.
Cuando se quieren freír trozos pequeños de carne y pescado se recomienda utilizar una sartén con tapa para que el aire caliente no escape, pero el vapor sí pueda salir, por lo que la tapa no debe ajustar por completo.
Para que el rebozado no se desprenda durante el proceso de fritura es importante que el pedazo de carne esté bien seco y rebozado.
Para lograr que la carne quede crocante por fuera y jugosa por dentro hay que rebozarla con harina o con huevo y pan rallado. Además, los trozos de carne a freír deben tener un grosor inferior a 3 cm.
La carne debe freírse en una sartén grande y de base pesada para conseguir cocción uniforme.