Muchos jóvenes, generalmente presionados por sus amigos, viven la virginidad o falta de actividad sexual como aspectos de su vida que es mejor ocultar.
Tal vez usted pueda hablar con sus hijos para recordarles que el comienzo de la vida sexual no está relacionado con una edad específica, sino con un momento muy personal de convicción personal.
Tenga estos datos en cuenta para usarlos en su conversación y demostrar a sus hijos adolescentes que tienen el derecho de esperar si así lo desean.
El celibato es evitar cualquier relación físico o sexuales, como lo hace un sacerdote o un moje; mientras que la abstinencia es no mantener contacto sexual en una relación, que de todo modo podría ser física, como el noviazgo.
El miedo al sida ha llevado a que muchos adultos y jóvenes elijan la abstinencia, pero ésa no es la única razón.
Las personas pueden optar por el celibato o la abstinencia porque no se siente cómodos manteniendo relaciones sexuales con otra persona, no le gusta el sexo, sus convicciones morales o religiosas se lo impiden o todavía no han encontrado a la persona adecuada.
Nadie es mejor ni peor persona por mantener relaciones sexuales, pero sí puede sentirse mejor o peor sí actúa de acuerdo con sus propias convicciones.