Algunas situaciones son muy incómodas, como las reuniones sociales con desconocidos o encuentros inesperados con una vecina en la sala de espera o el colectivo. Los temas interesantes de conversación parecen borrarse de su mente y se queda muda.
No se preocupe, usted podrá salir con éxito de esta situación si toma en cuenta estas ideas.
Para comenzar, hable con entusiasmo. Comience con un saludo cálido, demuestre alegría por el encuentro. Luego, no importará el tema; puede ser el pronóstico del tiempo o una receta de cocina. Lo importante es que use un tono vehemente y mira a la otra persona directamente a los ojos. De este modo, la otra persona sentirá que usted realmente está interesada en hablar, aunque no recuerde su nombre, y se concentrará en la conversación.
Si no sabe de qué hablar, puede hacer comentarios acerca del lugar donde se encuentran: el orden, la decoración, la iluminación, si hay mucha o poca gente, si se siente a gusto allí o no. Todo vale, menos comenzar preguntando por el trabajo, porque podría tratarse de un tema problematico para la otra persona.
Preste atención a los comentarios que le haga para captar qué temas le interesan y dedíquese a escuchar.