Alrededor de los cuarenta años, el cristalino del ojo empieza a perder flexibilidad, al igual que muchas otras partes del cuerpo. Entonces se produce la presbicia, que es la dificultad para ver de cerca.
Una mala alimentación puede acelerar el deterioro de los ojos que no puede revestirse, pero sí retrasarse.
Las sustancias más asociadas con el funcionamiento del ojo son la vitamina A y el zinc. La vitamina E también es necesaria y actúa en conjunto con la vitamina A. Por lo tanto, le recomendamos el consumo de alimentos que le contengan.
Vitamina A: jugo de zanahoria, calabaza, batata, espinaca, atún, hojas, hojas de remolacha y de nabo.
Vitamina E: aceites vegetales, incluido el de soja, cereales, germen de trigo y espinaca.
Zinc: Carne roja, hígado, huevos y mariscos.
Asimismo, para evitar más complicaciones, utilice sólo anteojos recetados por su ofalmólogo.
es muy ilustrativo y de mucha ayuda , sobre todo porque soy corto de vista