De un buen abono depende que sus plantas de interior y exterior crezcan fuertes y saludables. Estos productos pueden conseguirse en cualquier vivero o fabricarse en casa con sustancias totalmente naturales que no afecten el medio ambiente.
Los minerales que contienen el huevo, por ejemplo, son uno de los abonos por excelencia. Para preparar el producto tiene dos opciones: la primera es triturar la cáscara y mezclarla con la tierra de la maceta o del suelo; la segundo, usar el agua donde se hirvieron los huevos para regar las plantas; claro que el agua debe estar fría.
Otro alimento que contiene muchísimos minerales y vitaminas es la gelatina. En este caso, lo que debe hacer es disolver un paquete de gelatina sin sabor en una taza de agua hirviendo; después, agregar tres tazas de agua fría y, una vez al mes, rociar con este preparado cada una de sus plantitas.
Por último, si tiene una acuario en su casa y piensa recambiar el agua para sus peces no deseche el agua usada, viértala en un recipiente y échesela a las matas y a los grupos de plantas de su jardín.
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