Si no quiere tirar el queso de rallar que se puso duro hay una forma de que vuelva a estar lo suficientemente blando como para rallarlo. Póngalo en un jarrito y cúbralo con leche. Caliéntelo y, cuando rompa el hervor, sáquelo y déjelo enfriar. Queda como recién comprado.
Gracias por compartir tan importante información que enriquece nuestros conocimientos y nos ayuda a recuperar quesos duros. . .
Lo probé y quedó impecable