Seleccionar un cuadro para un ambiente quizás sea un poco más complejo de lo que creemos. La pieza elegido no sólo deberá tener las dimensiones adecuadas al lugar, sino también acompañar el espacio con un lámina acorde al estilo y al ambiente del que se trate.
El living tal vez sea uno de los lugares en donde los cuadros tengan mayor cabida, ya que, en general, las paredes son amplías y el espacio requiere de algunos adornos. Si bien los diseños más apropiados son los de paisajes, pueden colocarse otros motivos que concuerden con el estilo decorativo general.
En la cocina quedarán espléndidas las láminas estilo country o cualquier otra que se relacione con los motivos frutales, de flores o de animales; siempre de marcos medianos o pequeños, que sólo le den un aire alegre al lugar sin llamar demasiado la atención.
Dentro del dormitorio, la zona superior a la cabecera de la cama matrimonial es el estilo más destacada para colocar un cuadro grande, o bien, dos pequeños alineados. El diseño dependerá del estilo del lugar.
Para los pasillos deberá optar por una seguidilla de varios cuadros pequeños; eso sí, los motivos de unos y otros deben tener un tema en común y seguir con una misma gama de colores para que el resultado sea armónico.
Si su casa cuenta con una habitación destinada a los estudios y una biblioteca, no dude en ubicar allí laminas de mapas antiguos, de caballos o de animales de caza.
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