Adicciones, fobias, manías, pérdidas, enfermedades, problemas familiares, desocupación…, todos estos problemas pueden mejorarse a través de la participación en grupos de autoayuda.
Estos sirven para ofrecer a quienes padecen un mismo mal la posibilidad de manifestarse e intercambiar experiencias con sus pares. De este modo, se ayuda a vencer temores y comprender la situación que se atraviesa, además de conocerse mejor a sí mismo y al problema.
En caso de las enfermedades progresivas, por ejemplo, los grupos de autoayuda también sirven para ir anticipando situaciones y formas de encararlas.
Los pacientes aprender a cuidarse y mejorar su calidad de vida. Esta actividad también facilita la relación con instituciones dedicadas al tema y el conocimiento de las novedades en materia de investigación.
En algunos casos, se propone la agrupación de los familiares o amigos de la persona que sufre en otros grupos.