En los juegos cotidianos, los perros suelen entrar en contacto con piedritas, trocitos de madera, semillas u otros materiales que pueden quedar alojados en sus orejas causándoles molestias y hasta dolor.
En especial los que tienen orejas largas y caídas tienden a sufrir estos accidentes.
Los síntomas son claros: el animalito muestra una intranquilidad repentina, da violentas sacudidas de la cabeza o la mantiene inclinada, e intenta rascarse la oreja.
Para comprobar si se trata de un objeto atascado observe con cuidado ambas caras del pabellón auditivo para descartar otros problemas y luego examine el conducto auditivo vertical, que puede verse claramente desde afuera con ayuda de una linterna. Si el cuerpo extraño está muy profundo, puede ser que no llegue a verlo. En este caso, acuda al veterinario lo antes posible.
Si el objeto está a la vista, puede tratar de retirarlo con una pinza de puntas romas. Para que el perrito no mueva la cabeza, puede necesitar la ayuda de alguien que lo mantenga de pie. Al mismo tiempo, debe sujetar el hocico desde arriba apoyándolo contra el cuerpo del animal e inmovilizar el cuello con el otro brazo presionando sobre el dorso y la espalda.