Es importante distinguir entre una dieta para bajar de peso y otra para combatir la celulitis porque, a diferencia de lo que muchas mujeres creen, no es lo mismo.
En primer caso, debe confeccionarse un plan de comida que no incluyan grasas, o que las contengan en un mínimo porcentaje. Claro que esto debe hacerlo un nutricionista y teniendo en cuenta el estilo de vida y la cantidad de kilos que deba bajar en particular.
En cambio, en el caso de la dieta anticelulítica lo que se busca es desintoxicar los tejidos, facilitar la reducción de las grasas existentes y evitar la retención de líquido. Para esto lo más aconsejado es beber unos dos litros de agua al día y seguir una dieta variada en la que se incluyan carnes rojas (preferentemente a la parrilla o asada), pollo, pescado, verduras (crudas o al vapor) y frutas de estación. También es importante el consumo de alimentos con fibras, ya que éstas ayudan a la digestión y al buen funcionamiento del intestino, imprescindible para eliminar las toxinas del organismo.
Los prohibidos son las conservas, los productos enlatados, los fiambre y los embutidos, así como también el exceso de sal y de condimentos, ya que estos hacen que el cuerpo retengan mayores cantidades de líquido. Evite también las gaseosas y las bebidas alcohólicas.
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