Aunque las personas no nos demos cuenta, los perros son muy observadores y conocen a la perfección la rutina de sus amos. Saben perfectamente cuándo se acerca la hora del paseo, su regreso del trabajo y otros detalles.
Asimismo, por el olfato y la observación de los caminos recorren a diario saben con exactitud con qué van a encontrarse. Por eso, cuando se alejan un poco, si todavía están en un territorio conocido, pueden volver a su casa sin perderse.
También se habla de que perciben los campos magnéticos de la Tierra, lo que les permite percibir las tormentas o temblores con doce horas de anticipación.
Estas habilidades incomprensibles para la mayoría de nosotros nos llenan de asombro y admiración. Además, le permite contar con la esperanza de que si su perrito se aleja volverá a casa sano y salvo.