Hay algunas medidas que se pueden tomar para evitar que el calor se adueñe de la casa y para refrescar los ambientes:
- Mantener las habitaciones en penumbras con las cortinas de enrollar bajas o los postigos y ventanas cerrados o levemente entornados.
- Con respecto a los accesorios, cuanto más tranlucidos y livianos visualmente, más se contribuirá a esa sensación de deshaogo. Colocar adornos de vidrio tranparente también refresca y los recipientes con arena, caracoles, toallas con motivos marinos, todo lo que aluda al mar transmite la misma sensación.
- Las telas más frescas para tapizar, por su aspecto visual y por su sensación al tacto son: el algodón, el lino, el mandrás y el yute.
- Levantar y guardar las alfombras y colocar fundas de algodón en los sillones de tapizado pesados.
- En cuanto a las cortinas, los más recomendable es usar géneros livianos como voiles y muselinas.
- Es mejor optar por colores claros como lo hacen habitantes de países crónicamente calurosos.
- Cambiar arreglos artifiaciales, propios del invierno, por plantas reales que además según está comprobación bajan la temperatura real, no sólo aparentemente.
- Los objetos que se mueven también dan esa refrescante sensación. Los ventiladores de techo, por ejemplo.
En combinación con telas livianas dan una mayor sensación de frescura con su leve movimiento.
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