Usó el frasco completo del pegamento que había comprado en la ferretería por más que insistió no logró quitar del recipiente ni una gota más, ¡ justo ahora que tenía que pegar la última pieza en esa superficie! Para éste y otros imprevistos existe una posible solución (y dentro de su propia casa).
En el caso concreto de que se haya quedado sin pegamento tenga presente la posibilidad de reemplazarlo por engrudo. Para fabricarlo, mezcle en un recipiente un poco de harina y agua, lleve a fuego moderado y revuelva hasta que tenga consistencia. Deje cocinar durante quince minutos, retire del fuego y enfríe.
Si lo que quiere es suplantar el enduido de las paredes, pruebe con un poquito de pasta dentífrica. Claro que esto sólo sirve para agujeritos muy pequeños como los que dejan los clavos de un cuadro que prefirió cambiarse de lugar, por ejemplo. Si la pared es blanca no tendrá demasiados inconvenientes, porque la enmienda pasará inadvertida; si, en cambio, la pared es de color deberá esperar unas tres horas y pintar con un marcador (o pintura) del mismo color.
Por otra parte, cuando quiera tapar agujeritos de un mueble de madera clara podrá usar la mezcla de harina de maíz y unas gotitas de agua; cuando se trate de madera de un tono oscuro deberá mezclar masilla con café instantáneo para obtener el color justo.