Los antiguos griegos opinaban que la nariz es el símbolo de las virtudes morales de una persona. Muchos fisiognomistas afirman que allí están representados los valores personales y la concreción de nuestras ambiciones.
– Grande: Mucho empuje y energía.
– Pequeña: falta de pretensiones y espíritu autocrítico.
– Fina: irritabilidad y nerviosismo.
– Ancha: despreocupación.
– Larga: Persona que se preocupa por todo.
– Corta: Muy buen humor, al menos en lo aparente.
– Puntiaguda y con el tabique alto: Persona inquisitiva y quisquillosa.
– Recta: Firmeza y responsabilidad.
– Corta y respingada: Persona curiosa y amigable. Cuenta muy poco de su vida, pero quiere saber todo sobre las ajenas.
– Base ancha: Muy leal, muy fiel y muy sensible.
– Base fina: Personalidad desconfiada, siempre en guardia y a la defensiva. Es muy segura de sí misma, pero tiene poca sensibilidad.
– Aguileña: Símbolo de creatividad.