El acolchado o el cubrecamas que se elija determinará el estilo de la cama y de la habitación en general. Esta elección no deben hacerse al azar, sino siguiendo determinadas pautas decorativas.
– Una cama con una cabecera de madera de diseño muy neto puede abrigarse con ropa de colores lisos y oscuros o muy claros y neutros. De esta forma se le daría un aire oriental a la cama y hasta a la habitación en general.
– Si se trata de una estructura realizada en hierro o en bronce y su aire es decididamente antiguo puede optar por vestirla con géneros ricos y varios almohadones al tono, o bien, optar por aprovechar su rusticidad para usar acolchados de fibras y colores naturales, ya sean lisos o estampados.
– Una cama sin respaldo puede adquirir un aire más suntuoso si se la viste con telas pesadas y con colores como el colorado, el verde o el azul, con algunos detalles en amarillo oro.
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