Antes de salir a recorrer locales en busca de ropa nueva, organícese a fin de lograr mejores resultados para su imagen y su bolsillo. Como primer paso, mírese al espejo con detenimiento y objetividad. Observe cuáles son sus puntos fuertes y a destacar y qué otras características prefieren mantener escondidas. Paso siguiente, tómele examen a su placard revisando qué ropa heredada del invierno pasado puede adaptar y seguir usando.
Tenga en cuenta que contar con un traje pantalón negro, un vestido tipo Jackie en un tono oscuro, una camisa blanca, algunas que otra remera de mangas largas en un tono neutro y un abrigo, puede ser tejido o no, componen lo que los diseñadores llaman el «guardarropa básico», que la sacará de cualquier apuro y le permitirá estar siempre elegante sin estridencias ni cosas fuera de lugar.
Eso sí, ponga color a sus equipos apelando a pañuelos, foulard, bufandas, gorros y guantes de los tonos que más le gusten, porque, este invierno, los accesorios tienen piedra libre.