Los dálmatas son muy atractivos por su cuerpo a lunares, pero necesitan de un poco de paciencia y atención para lograr una buena convivencia.
Se trata de una raza muy activa que suele alcanzar un tamaño considerable, por lo que necesita de un jardín o un espacio lo suficientemente amplio como para no tropezar con todos los muebles y los frágiles adornos de la casa. Aunque le guste tener todo bajo control, con una buena rutina de ejercicio puede enseñarle a obedecer y obtendrá muy buenas respuestas.
Como le gusta mucho jugar, puede resultar algo brusco. Si bien la paciencia no está entre sus atributos, son excelentes compañeros para quienes tiene espíritu y cuerpo joven o para chicos grandes que gusten de los deportes. Si tiene la costumbre de salir a correr, puede llevarlo con usted para entrenarlo y, al mismo tiempo, contar con un excelente guardaespaldas. Si lo que busca es un buen guardián para la casa, un dálmata macho es la opción correcta.