El ajo es uno de los ingredientes más tradicionales y, a la vez, popular de la cocina. Sin embargo, muchas veces nos privamos de usarlo por temor a que dé un sabor demasiado intenso a las comidas. En esta nota, le contamos cómo emplearlo correctamente.
Una de las opciones para las personas a las que el ajo le resulta indigesto consiste en quitar el brote que trae en el medio. Otra posibilidad es plantarlo y utilizar las hojas finalmente picadas.
Durante la cocción, incorpore el ajo después de que los demás vegetales hayan soltado el jugo y así evitará que tome un sabor amargo que se trasladará a toda la comida.
Antes de picarlos, recuerde que cuánto más fino quede, más intenso será el aroma. Si lo pica grueso, será menos fuerte, si sólo lo aplasta se sentirá suavemente y si lo emplea asado sin pelar, será apenas perceptible.
Cuando quiera picar un dente de ajo, aplástelo levemente con el canto de un cuchilla y si desea pelar un cabeza entera, déjela dos minutos en agua hirviendo.