Después de un cumpleaños u otra celebración familiar o con amigos es muy común que se encuentre en la cocina rodeada de comida y preguntándose cómo hacer para no tirarla.
Ya repartió un poco a cada invitado que se retiraba, pero todavía queda comida suficiente para varios días.
Aproveche el freezer al máximo congelando cada alimento del modo adecuado.
El bizcochuelo, con o sin relleno, debe envolverse con papel de aluminio. Luego colóquelo en una bolsita de polietileno sellada. Los platos de hojaldre ya cocido deben guardarse en envases herméticos.
Las masas de levaduras o manteca y las masitas frescas o secas también pueden congelarse envueltas por unidad en bolsitas selladas.
Guarde los helados caseros en cubeteras y los comprados en sus envases originales, bien envueltos.
La ricotta y los quesos duros pueden guardarse en tajadas colocando entre cada una papel de aluminio y luego en bolsas selladas.
Todas duran al menos tres meses. Recuerde que no debe congelarlas a temperatura ambiental, sino en la heladera (tardará alrededor de 2 horas) para evitar que se echen a perder.