En los gimnasios, clubes y otros centros de actividades físicas resultan muy fácil adquirir enfermedades de tipo infeccioso, en especial en los chicos, que no suelen tener en cuenta algunas precauciones mínimas. Para evitar la aparición de otitis, conjuntivitis, erupciones en la piel y otras molestias, tenga en cuenta estas claves.
Las duchas y las piscinas deben tener el nivel de cloro adecuado para no convertirse en lugares de cultivos de diversas bacterias que atacan los oídos, la piel y los ojos, así como microbios causante de micosis y trastornos de las vías urinarias. Como esto no puede medirse a simple vista, acuda sólo a establecimientos de su confianza donde se observen normas de higiene.
Además en las saunas, siéntese siempre sobre su toalla seca. Por último, no camine descalza para evitar el contacto con superficies que podrían estar infectadas de hongos. Utilice siempre sus jaboneras y no apoye sus productos de higiene personales directamente en la ducho o los asientos del vestuarios.
Si respeta estas reglas y se las enseña a sus hijos, estarán a salvo de cualquier inconveniente.