El garaje no necesita mucha atención para estar limpio. Por lo general es suficiente con barrerlo y ordenarlo regularmente. La excepción son las manchas de grasa y aceite en el piso.
Si son frescas puede limpiarlas fácilmente si esparce sobre ellas aserrín o viruta de madera. Aplástela con el pie para que absorba todo el líquido. Luego bárrala y deséchela.
En el caso de que descubra una mancha que ya se ha secado, retire lo más que pueda raspando con un cuchillo filoso. Luego puede aplicar detergente y fregar con una escoba dura. Para terminar tendrá que enjuagar a fondo.
Las marcas más rebeldes pueden borrarse con un producto limpiahornos. Cubra la superficie, déjelo asentar y enjuague a fondo.