Es tan simple como verter en un recipiente un poco de agua hirviendo y añadir el jugo de un limón y su cáscara cortada en rodajas. Después deberá colocar las esponjas lavar dentro de este recipiente y dejarlas allí durante un día completo. Por último, retuérzaloas bien y lávelas con agua para quitarles los restos de la pulpa.