En tiempos de crisis sentimos que el dinero se nos escurre de las manos. La única manera de poner en orden nuestros gastos es controlando hasta el último centavo. Para ello haga un balance mensual que permita visualizar los gastos para saber exactamente en qué se nos va el dinero.
Realice una lista de los ingresos de toda la familia, luego de los gastos fijos y finalmente de los variables. Así podrá descubrir que estos últimos suman más de lo que usted imagina. Baje un poquito de cada uno de los rubros en lugar de eliminar drásticamente alguno de ellos. Mes a mes propóngase ir reduciendo los gastos que no son indispensables. Tómelo como un desafío y póngase pequeñas metas para no notar la reducción tan de golpe. Recuerde y repita a sus familiares que no hay ahorro «pequeño» y que en estos momentos todo sirve. Ahorre dinero en el supermercado, al almacenar los alimentos y en los gastos de todos los días.
Si tiene tarjeta de crédito recuerde que son un arma de doble filo. Sacan de un apuro, pero con ellas uno tiende a gastar más de lo que puede. Úselas racionalmente o suprímalas.