La multiplicidad de tareas diarias a que nos somete el ritmo de vida actual atenta contra nuestras posibilidades de llevar una vida relajada. Por ello, el ajetreado mundo occidental ha puesto en práctica las disciplinas orientales de meditación. La meditación influye sobre el espíritu y el cuerpo brindando serenidad y energía. Este ejercicio le permitirá desenchufarse del estrés causado por un día atareado:
1- Siéntese sobre el suelo en un lugar tranquilo con las piernas flexionadas hacia adelante. La nuca y la espalda deben formar una línea perfectamente recta.
2- Apoye las manos sobre las rodillas, el pulgar y el índice apuntan hacia el techo, mientras que los demás dedos permanecen ligeramente flexionados.
3- Cierre los ojos mientras aspira y exhala profundamente por la nariz.
4- Concéntrese en un color: azul, si se siente estresada; rojo, si le falta entusiasmo; amarillo, si debe tomar decisiones importantes y verde, para hacer planes futuros.
5- Al comienzo, propongase permanecer en esta postura durante cinco minutos. Luego, aumente el tiempo. Como resultado sentirá que su espíritu y cuerpo se aflojan y tranquilizan.
6 Repita esta sesión todos los días a la misma hora. Los momentos ideales son por la mañana a la salida del Sol o, por la noche antes de acostarse. Lo importante es hacerlo a diario eligiendo el momento que le resulte más adecuado.