Si quiere aportar un toque diferente a la ensalada de todos los días, lo ideal puede surgir de una botella de buen vino echado a perder. Para convertirlo en un delicioso vinagre especiado comience por agregarle un vasito de vinagre de vino de calidad. Deje reposar por uno o dos meses en una botella cerrada. Luego, agregue dos cucharadas de hojas de romero, estragón, salvia y orégano, frescos y bien lavados. Deje en reposo un mes más y utilícelo a gusto.
Tenga la precaución de utilizar siempre botellas de vidrio para que el sabor sea más puro. Si tiene un paladar exquisito puede optar por preparar vinagre de champán, que tiene un sabor diferente y muy delicado.