Antes de realizar la mudanza, hagan un presupuesto y hablen claramente de lo que van a gastar, en qué van a invertir y cómo van a decidir los gastos entre los dos.
Estipulen cierta libertad individual de cada uno con su dinero y busquen la forma de compatibilizar con el mayor respeto posible el valor que se le da al dinero. Una buena idea puede ser abrir una cuenta conjunta para el presupuesto familiar y una propia para controlar los gastos extra. Además, anotar cada gasto puede ahorrar mucho disgustos y reproches.
Es muy importante que los chicos. especialmente si son pequeños, no tengan incidencia en estas cuestiones ni se los comprometa con comentarios o preguntas incómodas.
También es probable que existan diferencias económicas entre el padre de los chicos y su nuevo marido que vive con ellos y con sus propios hijos. Estas diferencias económicas en las crianzas debe ser negociadas de acuerdo con cada caso para evitar roces posteriores. El objetivo siempre debe estar puesto en beneficiar a todos los chicos. Sobre todo, trate de ponerse en el lugar del otro y entender su punto de vista. Es interesante que tanto chicos como grandes reconozcan que lo más saludable es aceptar las diferencias y enriquecerse con ellas.