La chimenea es un gran foco de atención para todo living que la posea; es como la reina del lugar, sobre todo en este período del año en que, además de decorativa, resulta súper eficaz para protegemos de las bajas temperaturas.
Si usted quiere que su chimenea no pierda nunca su encanto original le recomendamos limpiarla periódicamente de la manera que corresponda de acuerdo con el material en el que esté realizada.
Aquí le damos algunas claves.
En el caso de una chimenea de cerámica lo mejor es usar una solución de agua jabonosa o con detergente y remover las marcas de hollín con un trapo embebido en vinagre blanco.
Claro que después deberá enjuagarla a fondo.
Si su chimenea, en cambio, es de ladrillos le convendrá frotar al frente con un cepillo metálico agua pura. Al igual que en el caso anterior, deberá quitar las manchas de hollín con vinagre blanco y enjuagar.
La chimenea de mármol, por otra parte, se limpia con una esponja humedecida en una mezcla de agua y jabón en escamas; luego se enjuaga y se seca con una toalla a fin de quitar los restos de humedad.
En el caso de que estuviera lustrada la solución sería lo mejor usar un producto específico para este material.
Me parece muy conveniente saber de esto. Tengo una casa con Chimenea, sin embargo, la recibí hace un par de meses y no sé como la usaban y limpiaban antes. Imagino que por seguridad deberé hacerla limpiar antes que cualquier otra cosa. Gracias por las ideas.