Los riesgos cotidianos de las grandes ciudades exigen que tome ciertas precauciones cuando se traslada en automóvil.
No circule con las ventanillas abiertas y sobre todo si va a bajar velocidad o debe detenerse a menudo.
Lleve los seguros puestos para que nadie pueda abrirlas desde el exterior.
Al regresar a su domicilio de noche, en especial si lo hace sola, procure que no haya ningún desconocido rondando la entrada en el momento de ingresar. Realice toda la maniobra lo más rápido que pueda. Si es posible, advierta a alguien de su llegada para que encienda las luces o la ayude a cerrar el portón lo antes posible. Una buena opción es ponerse de acuerdo con los vecinos para iluminar la cuadra y hacerse guardia mutuamente en el momento de ingresar a los garajes.
Si lleva un perro grande, pegue etiquetas de advertencia en los cristales.
Al estar de viaje, piense que la patente del vehículo pone en evidencia que usted no es del lugar y los asaltantes puede pensar que carga con equipaje o cámaras fotográficas costosas en el auto. Procure dejar el vehículo en estacionamientos cerrados o lugares donde pueda verlo y no deje objetos de valor en el auto.