Las estufas, calefones y cocinas sin mantenimiento regular y sin adecuada salida al exterior de los gases producidos por la combustión o, instalados en sitios sin ventilación, pueden causar accidentes fatales.
Por cada 2 metros cúbicos de gas natural que se consumen generalmente en una hora, se utilizan también 20 metros cúbicos de aire.
Estos accidentes pueden evitarse con reglas muy sencillas, pero imprescindibles.
– Pidan una gasista matriculado que realice las instalaciones de todos los artefactos.
– Controle que los artefactos estén certificados con el logo indentificatorio de los organismos autorizados por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS).
– En dormitorios y baños, coloque sólo artefactos de tiro balanceado.
– No utilice las hornallas o el horno para calefaccionar la casa.
– La llama de los quemadores debe ser azul. De lo contrario, o en cualquier caso de duda, consulte de inmediato a un gasista matriculado.
– Tenga en cuenta que el monóxido de carbono es silencioso, invisible, inodoro e insípido, pero altamente tóxico. Solicite a una persona autorizada que realice una revisión periódica de todos los artefactos.