Un cabello con caspa no sólo da sensación de suciedad, sino que además provoca severas molestias. Por eso, es conveniente combatirla y eliminarla rápidamente. Esta afección puede ser el resultado de una insuficiente actividad de glándulas sebáceas o, al contrario, una sobreproducción de éstas. En el primer caso, la piel se encama y el cabello se vuelve quebradizo, mientras que en el segundo, tanto la caspa como el cabello son grasos.
Para el cuero cabelludo seco conviene consumir mariscos, carnes rojas y pescados como el salmón, la sardina o la trucha. Un buen tratamiento consiste en masajear el cuero cabelludo con aceite de oliva caliente, envolver la cabeza en una toalla y después de una hora lavar. Otra alternativa es el aceite de almendras.
En el caso del cabello graso es recomendable un lavado más frecuente, con un champú especial, para eliminar el exceso de grasa. Un método casero consiste en añadir el jugo de un limón o vinagre de sidra en el último enjuague.