Al nacer, un hámster pesa nada más que 2 gramos y, según la variedad, en la edad adulta su peso varía entre 120 y 500 gramos con una longitud de 16 a 30 centímetros.
En tan pequeño cuerpo cabe un animalito inteligente, ingenioso, simpático, cariñoso y limpito.
Suele dormir durante todo el día y comenzar sus actividades al caer el Sol.
Por su carácter, se adapta fácilmente a las circunstancias y vive fácilmente en cautiverio. Esto lo diferencia claramente de la rata, que es imposible de dominar.
Con un poco de paciencia y cariño hasta es posible que su hámster aprenda y obedezca algunas señales.
Para elegir un hámster como mascota preste atención a que su estado de salud sea bueno. Debe ser joven, de aspecto vivaz y animado. Fíjese que las orejas estén alzadas y recubiertas de pelusilla en su interior.
Los ojos tienen que ser expresivos y brillantes y el pelaje suave y sedoso.
No tiene que tener las patitas lastimadas. Elija uno más bien gordito.
Lo más conveniente es llevar una parejita para que no se sientan solos.