Las buenas costumbres empiezan desde muy pequeños y deben aprenderse día a día. Aquí le contamos algunas formas sencillas de evitar las molestias más comunes de un perro.
Acostumbre a su cachorro a los ruidos fuertes jugando con él normalmente cuando haya truenos, fuego artificiales o martillos neumático en la puerta de su casa. Al mismo tiempo, dígale con voz calma que todo está bien. Entre los tres y los ocho meses, los cachorros tienden a mordisquear todo porque están creciendo sus dientes. Para que esto no se haga una costumbre permanente, permítale que ataque sólo determinados juguetes. Nunca les de zapatos viejos u otros objetos porque pensara que todos lo zapatos y objetos pueden morderse.
Trate de que los juegos sean más bien pacíficos y que no involucre mordiscones. De esta forma, evitará que se convierta en un perro adulto mordedor. Por último, darle la comida cuando toda la familia almuerza puede ser el comienzo de un hábito desagradable y peligroso para su salud. Esta es una forma muy sencilla de desbalancear su dieta y, además, se volverá un perro pedigüeño.